Gemma y Adrián celebraron su boda civil en Finca Tierrabella en Zaragoza, rodeados de naturaleza, emoción… y versos que nos emocionaron a todos. Porque hay días en los que lo cotidiano se vuelve mágico, y esta boda fue uno de ellos. Durante la ceremonia, un poema de Gioconda Belli marcó el tono:
“Porque lo prosaico se vuelve bello cuando el amor lo toca con sus alas de fénix.” Y así fue: cada palabra, cada gesto, cada mirada tenía algo de poesía. Gemma y Adrián se dijeron “sí” con el corazón, en una finca llena de luz, flores y sentimiento.

El ambiente era puro romanticismo. Desde el vestido de Rosa Clará, elegante y atemporal, hasta la cuidada decoración floral de Eternal Disati, todo hablaba de ellos: de su estilo, de su sensibilidad, de su manera de quererse. Finca Tierrabella, con el servicio de La Bastilla, fue el escenario perfecto para una celebración sincera y muy cuidada. Y qué decir del look de Gemma: maquillaje de Nuria San Miguel y peinado de Oliver & Goretti, una combinación ideal para resaltar su belleza natural.